El “alcohol” es una palabra que se utiliza comúnmente para denominar a aquellas bebidas que tienen un alto contenido de ETANOL.
El etanol es un alcohol con capacidades psicotrópicas bien establecidas que se obtiene mediante la fermentación anaeróbica de una disolución con contenidos de azúcares con levadura y posterior destilación, razón por la cual se puede obtener de cualquier cosa que se fermente.
El etanol es el nombre escogido por la Unión Internacional de química pura y aplicada para nombrar una molécula con dos átomos de carbono que tienen un vínculo entre ellos y un grupo de OH unido.
El etanol para ser consumido por el humano debe de ser destilado para obtener una bebida de alcohol puro con un nivel superior a los 40 grados.
La destilación consiste en la separación del alcohol del agua.
No hay forma sencilla de enumerar todos los efectos fisiológicos, corporales y neuroquímicos que produce el etanol en la salud humana.
Los efectos más notables del etanol son aquellos sobre el sistema nervioso central, esto porque una vez ingerido, un 90% de la sustancia pasa directamente al cerebro. Esto es un receptor GABA. Es el responsable de los efectos relajantes del etanol. Como pueden ver, este receptor tiene partes para que tanto el etanol, como el GHB, así como las benzodiacepinas (como el diazepam), se unan a él.
Además, el etanol inhibe la liberación de vasopresina y oxitocina, razón por la cual aumenta las ganas de orinar.
Además, mediante mecanismos aún desconocidos, se sabe que el etanol interfiere con la corteza prefrontal, con la amígdala y con el hipotálamo.
Esta región cerebral está involucrada en la planificación de comportamientos cognitivamente complejos, en la expresión de la personalidad, en los procesos de toma de decisiones y en la adecuación del comportamiento social adecuado en cada momento. Su afectación es el causante de los comportamientos erráticos característicos de la intoxicación por alcohol.
La amígdala es, pues, el principal núcleo de control de las emociones y sentimientos en el cerebro, controlando asimismo las respuestas de satisfacción o miedo. Su inhibición podría explicar la desinhibición social y el “guaro vaquero” ya que, “se pierde el miedo”.
Además, se reporta una pérdida de sinapsis neuronal de las neuronas gabaérgicas, eplicando el por qué de la tolerancia al alcohol.
El etanol puede ser absorbido desde el duodeno hasta el recto y su efecto sobre las estructuras dan sus efectos asociados.
Presenta alteración en su movimiento, asociado a una acción disminuida de ambos esfínteres esofágicos, produce reflujo y vómito de cualquier cosa que ingiramos.
ESTÓMAGOEl etanol consume la barrera mucosa del estómago, razón por la cual hay gastritis erosiva, úlceras gástricas y duodenales, y un aumento en el riesgo de cáncer gástrico asociado a su consumo crónico y excesivo.
El hígado es junto con el cerebro, el órgano más afectado por el consumo de etanol. Esto porque el hígado es responsable de la metabolización del 90% del alcohol ingerido, lo cual produce una cascada de repercusiones que terminan en cirrosis.
El hígado tiene una capacidad enorme de regenerarse, sin embargo, al sobrepasar esa capacidad, el órgano falla y se cicatriza por completo, lo cual se llama cirrosis.
Algunos investigadores han demostrado que una dieta rica en alcohol representa una sobrecarga masiva para el hígado. En esta situación, el alcohol se convierte en el combustible principal, dejando el hígado de metabolizar su combustible habitual (que son las grasas); esto da lugar a múltiples trastornos, como la acumulación de grasas que no se oxidan, y la oxidación del etanol que produce grandes cantidades de hidrógeno.
Este exceso de hidrógeno se utiliza para sintetizar más grasa y para la formación de lactato, cuya elevada concentración en la sangre da lugar a la acidosis. La hiperlactasidemia reduce la excreción renal de ácido úrico, de modo que aparece una hiperuremia secundaria. Para eliminar el exceso de grasas, el hígado sintetiza y libera cuerpos cetónicos en tal cantidad que algunos individuos desarrollan una cetoacidosis grave. Además, el hígado elimina parte de las grasas en forma de hipoproteínas; por ello el alcoholismo crónico suele asociarse a hipelipidemia.
A ese bichito que ven ahí, se llama acetildehido, y es el resultado de la oxidación hepática del etanol. Es catalogado como del “grupo 1” por la Organización Mundial de la Salud, debido a que se considera altamente cancerígeno para los humanos.
En estudios previos se ha comprobado que el daño ocurre con concentraciones estimadas de 40 a 1000 μM de acetaldehído, dosis que son similares a las encontradas en bebidas alcohólicas.
Este compuesto, ha demostrado ser capaz de causar mutaciones de punto o de formar enlaces covalentes con el ADN, dando como resultado final carcinogénesis. Se considera que interfiere con los mecanismos de reparación del ADN a través de la inhabilitación de la enzima O6-metilguanina transferasa, que es sumamente importante en la reparación del daño causado por agentes alcalinizantes e induce mutaciones en el gen supresor tumoral TP53. Dicha alteración genética es bastante común en el desarrollo de diversos tipos de cáncer humanos especialmente en el esófago e incluso se ha relacionado con cáncer de mama.
¿Se acuerdan de este video?
Causado por hepatopatía alcohólica.
Eso se debe a que para hacer guaro de contrabando utilizan metanol, un alcohol diferente, el cual al oxidarse en el hígado forma un compuesto llamado formaldehído, una molécula capaz de dejarte ciego y matarte. Lo vi una vez en San Carlos.
Depende de la sustancia, por ejemplo, combinado con cocaína, es altamente cardiotóxico, por lo que no se recomienda su combinación.
Consulta con un médico
Ambos son hipotensores (bajan la presión sanguínea), por lo que podría hacer que te de “la pálida” o que te desmayes si te “cruzas” mucho.
Ok…el jet es un estimulante ya que contiene cafeína y el alcohol pues es un depresor…estás sumando los efectos secundarios de ambas sustancias entonces podés acelerar problemas gástricos y lo más importante: dependiendo de tus predisposiciones, es peligroso a nivel cardíaco.
El consumo excesivo de alcohol se define como más de tres bebidas en un día cualquiera o más de siete bebidas a la semana para las mujeres, y los hombres mayores de 65 años, y más de cuatro bebidas en un día cualquiera o más de 14 bebidas a la semana para los hombres de 65 años o menos.
El consumo compulsivo de alcohol se refiere a cuatro o más bebidas dentro de un periodo de dos horas para las mujeres y cinco o más bebidas dentro de un periodo de dos horas para los hombres.
No hay consumo saludable, solo responsable.
Se llama bebidas blancas a las bebidas transparentes que tienen menos congéneres (componentes biológicamente activos), y por lo tanto son menos dañinas.
Entre las principales bebidas de este tipo existen:
Excelente pregunta, esto permite hablar del alcohol y los trastornos de ansiedad y depresión.
Nuestro cuerpo está regido por dos grandes sistemas:
El sistema simpático: encargado de poner a trabajar el cuerpo para huir o pelear, aumenta la frecuencia cardiaca, aumenta la presión sanguínea, aumenta la frecuencia respiratoria, aumenta la pupila para que entre más luz y veamos mejor.
El sistema parasimpático: el encargado de las funciones metabólicas y corporales en reposo, la digestión, el ahorro de energía, producción de grasa, etc etc…
El sistema simpático predomina en personas con trastorno de ansiedad generalizada, ataques de pánico y tiene mucho que ver con la depresión.
Ahora, digamos que por muchos días estuviste tomando alcohol porque te tranquiliza y te hace sentir momentáneamente bien (ya vimos que es como tomarse una diazepam) pero después de varios días tienes que para la fiesta.
Es como tener una represa en un río. La represa es el alcohol y el río son los neurotransmisores excitatorios como la adrenalina, a la hora de usted quita la represa, el río de transmisores vuelve en cascada haciendo el cuadro aún peor. Eso es lo que llamamos SÍNDROME DE ABSTINENCIA. El paciente tiembla, suda, se retuerce, dice improperios, se siente nervioso y ansioso.
NO SE TOMA ALCOHOL SI ES DEPRESIVO, ANSIOSO, O TIENE UN PROBLEMA PSIQUIÁTRICO.
Eso varía mucho, pero tiene que ver más con el hecho de si hay historia familiar de alcoholismo, si es el caso, te recomiendo que disminuyas considerablemente el consumo y que pienses en dejarlo del todo. No vale la pena arriesgarse simplemente.
Por ahí me comentaron que si hay consumo “saludable” dicho por la OMS…el cual sería ese: una cerveza o una copa de vino al día. Se ha visto que hasta cierto punto ofrece beneficios cardiovasculares y protege contra ciertas enfermedades como osteoporosis.
Sin embargo, tomando en consideración todos los demás riesgos a la salud asociados a su uso crónico, NO RECOMIENDO UN TRAGO AL DÍA.
Esto se debe a una sustancia producida por las uvas cuando son amenazadas llamada Resveratrol, la cual ha demostrado que mejora la salud y el tiempo de vida en ratas, al mejorar la sensibilidad a la insulina, aumenta la actividad mitocondrial y disminuye la formación de radicales libres.
Sin embargo, la concentración de resveratrol es de 1.5 a 3mg por litro, por lo que una persona de 70kg tendría que consumir 1000 litros para poder llegar a la concentración analizada en el estudio.
Las pacientes que no tomaban hormonas ni alcohol comparadas con las que tomaban ambas cosas, vieron un aumento en 1.3 veces de riesgo de padecer cáncer de mama. En mujeres que tomaron más de un trago al día y que usaban hormonas por más de cinco años, vieron el riesgo DUPLICADO.